De niña tuve muchas carencias, tanto afectivas como económicas, aunque mi madre hizo todo para que no me faltara ni lo uno ni lo otro pero ya sabemos que el amor de los padres, como sea, siempre hace falta.  Por la parte material debo decir que JAMÁS me fui a dormir con mi estómago vacío (gracias a Dios) mi madre era mujer trabajadora como pocas y luchó para cubrir mis necesidades básicas! Que afortunada fui! Sin embrago debo decir que esa fortuna no lo vi mientras crecía y saben por qué? porque el mundo a tu alrededor es cruel y vanidoso. Esa «falta»de lujos y marcas la sentía gracias a la burla y señalamientos de quienes me rodeaban.

Cuando empecé a entender la vida me di cuenta de lo tonta que fui pero, seguí metida en ese papel y recuerdo que cuando empecé a trabajar y a tener una buena posición económica empecé a llenarme de cosas inútiles, cosas que simplemente no necesitaba solo para encajar, para escapar de las burlas y señalamientos pues la sociedad da mucho valor a lo material.

El día que me diagnosticaron Fibromialgia y me di cuenta que tenía cosas que no me podían ayudar, cosas que no me daban tranquilidad, que tenía mas cosas que limpiar, mas ropa que lavar y además, tenía tanta ropa que cuando tenía que salir no sabía que ponerme y terminaba comprando algo nuevo el día antes o incluso horas antes de la salida, a eso se le sumaba que tenía menos espacios que disfrutar dentro de casa… en ese momento me dije… es hora de soltar, si… soltar a esa niña herida que pensaba que tuvo carencias materiales cuando la realidad es que tuve una infancia – adolescencia rodeada de lo necesario e importante! todo eso que me hicieron sentir que necesitaba, estaba demás!  ahí empecé ese proceso de desechar…

Ese desechar es difícil y la verdad no me salía muy bien jajajaja no fue si no hasta el día que me tocó emigrar que me di cuenta de todo lo que faltaba sacar de mi casa y de mi vida…

Regalé muchísima ropa (algunas piezas las usé solo una vez y otras estaban aun con la etiqueta), zapatos, carteras, cosas de casa, ropa y zapatos de mi hija que no alcanzó a ponerse (gracias a Dios me di cuenta de esto porque quiero que aprenda lo mucho que valen las personas y lo poco importante que son las cosas materiales)… ahí fue que entendí que lo que necesito entra en un par de maletas. NO necesitamos nada mas…

Ojalá algún día la sociedad deje de dar valor a las personas por lo que tienen y empiecen a valorarlas por lo que son…

NOTA: Si eres de los que piensas que no puedes repetir ropa, ni subir una foto con un vestuario que ya usaste entonces es momento de revisar que es lo que realmente importa en tu vida… lo que uses no te define!

 

 

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